jueves, 23 de junio de 2011

Primera audiencia contra siete procesados por delitos de lesa humanidad

TODOS LOS IMPUTADOS SE ENCUENTRAN EXIMIDOS DE PRISIÓN 
Extrema seguridad de fuerzas provinciales y federales.
En un contexto de extrema seguridad se realizó la primera audiencia en el juicio por la violación de derechos humanos y delitos de lesa humanidad en la dictadura militar de 1976 en Viedma.

Hay siete personas procesadas entre las cuales cinco integraron la Policía de Río Negro y dos las fuerzas militares. Las víctimas de esa situación fueron dos gremialistas de Sierra Grande. La causa está caratulada como ‘privación ilegítima de la libertad, secuestro y tortura hacia esas dos personas‘.

Con todo el edificio de la Justicia Federal custodiado por la policía rionegrina en su parte externa y extremas medidas de seguridad llevadas adelante por la Policía Federal en su interior, se llevó a cabo la primera audiencia.

Los jueces pertenecen al Tribunal Oral Federal de General Roca y Neuquén y el recinto donde se concretó la audiencia tenía capacidad para 36 personas y 8 periodistas.

Los procesados son: Manuel Lobos, Rubén Alcides Colina, Sixto Navarrete, Elfio Navarrete, Alberto Marasco, quienes prestaban servicios en la policía rionegrina, Rubén Castelli, interventor militar en la provincia de Río Negro y el coronel Raúl Pedernera.

Ni bien comenzó la audiencia, el abogado de uno de los imputados dijo que no se podía hacer ninguna manifestación política, por lo que le pidió a una madre de Plaza de Mayo que estaba en Viedma que se quite el pañuelo, por lo que el tribunal pidió un cuarto intermedio para decidir sobre ese pedido que finalmente fue rechazado.

Reanudado el cuarto intermedio se hizo la lectura de la acusación contra los imputados y abogados de los mismos solicitaron la nulidad del juicio porque entienden que los crímenes que se juzgan no están tipificados como crímenes de lesa humanidad.

Las víctimas de esa ocasión fueron Daniel Avalos y Carlos Lima, quien falleció el año pasado.
ío Negro: un sobreviviente relató las torturas a las que fue sometido en el juicio por delitos de lesa Humanidad

Daniel Ávalos, único sobreviviente en esta causa, recordó en detalle lo sucedido a principios de abril de 1976 en Sierra Grande, localidad en la que conducía el gremio de la construcción UOCRA, junto con su compañero Carlos Lima, cuando se construía el poderoso complejo minero Hipasam.

Ávalos recordó que fue detenido en Sierra Grande junto a otros compañeros, y relató las torturas a los que fue sometido después de haber sido trasladado a Viedma para ser interrogado.

Señaló al ex policía Elfio Navarrete como quien golpeaba y humillaba a los detenidos en Sierra Grande y en el trayecto a Viedma, ciudad en la que conoció el cautiverio y la tortura.

Este es el primer juicio de estas características que se realiza en la capital rionegrina, y en la causa en la que resultaron víctimas esos dos ex dirigentes del gremio de la UOCRA.

Lima, por su parte, falleció el año pasado en Plottier, Neuquén.

Entre el público se observó la presencia de funcionarios de Derechos Humanos, víctimas de detenciones ilegales y torturas que esperan juicio, así como el coordinador del Programa Verdad y Justicia del ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Guillermo Valera junto con la abogada del organismo Claudia Lencina.

El Tribunal integrado por los camaristas federales de Roca, Armando Márquez, Orlando Coscia y Norberto Ferrando, dispuso en más de una oportunidad pasar a un cuarto intermedio y rechazó planteos de las defensas vinculados a la inconstitucionalidad de la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

Ante la negativa a declarar en indagatoria de los imputados, remitiéndose todos a lo señalado durante la instrucción, los jueces dispusieron comenzar con la lista de testigos que estaba prevista para hoy. Fue entonces convocado Daniel Ávalos, quien declaró durante más de tres horas.

En su extenso testimonio, Ávalos sostuvo que con la policía de Sierra Grande trabajó en aquel tiempo en varias oportunidades, en cuestiones sociales que se producían en una ciudad que ofrecía trabajo a mineros y que llegó a contar con 20.000 habitantes, de los cuales 15.000 eran hombres.

“Si alguien no creía que caería preso era yo”, dijo, al asegurar que no había motivos para su detención. "No era subversivo, y si lo hubiera sido no merecía ese sufrimiento, sino la oportunidad de justicia que ellos tienen ahora”, dijo el testigo.

Recordó que al llegar a la Comisaría Primera de Viedma escuchó los alaridos de dolor de Lima por las torturas a las que era sometido, al igual que otros trabajadores y jóvenes cautivos.

Con los ojos vendados y las manos atadas Ávalos dijo haber sido trasladado en más de una oportunidad a un lugar alejado, donde se lo sometió a simulacros de fusilamiento. Luego, dijo, estuvo detenido en un sótano de la escuela de Cadetes de la Policía de Río Negro hasta recuperar la libertad, recordó.

Por la tarde el Tribunal y las partes se trasladaron a la Comisaría Primera y la Escuela de Policía para realizar una inspección ocular de ambas dependencias.

Esta causa se inició hace 26 años y llegó a la etapa de juicio con imputados que ya superan los 70 años.

Entre ellos se encuentran los policías rionegrinos retirados Víctor Manuel Lobos, de 75 años y de Villa Regina, entonces jefe de la comisaría de Sierra Grande; Rubén Alcides Codina, de 71, de Luis Beltrán, segundo jefe de esa dependencia en aquel momento; Sixto Navarrete, de 82 años, suboficial del cuerpo de Infantería; y Alberto Mario Marasco, de 75 años, policía retirado de Viedma que en el momento de los hechos estuvo a cargo de la Escuela de Cadetes de la Policía de Río Negro en esta capital.